Variedades

¿Por qué se ha dado ese pueblo el nombre de los Sauces, cuando no existe ni ha existido en él uno solo de estos árboles?

Esta es una pregunta que nos hemos hecho varias veces, y sobre cuya cuestión hemos reflexionado mucho, buscando en el terreno de las conjeturas el origen de aquel nombre, ya que no tenemos una luz más viva que nos alumbre la verdad.

Hemos observado primeramente que casi todos los campesinos de ese, como de los demás pueblos de la Isla, le dan el nombre de Sausos en vez de Sauces que lo llamamos en este. ¿De cuál de esas dos designaciones hemos de partir a la investigación del verdadero origen? Creemos que de la de Sausos que le dan nuestros campesinos, únicos que han debido conservar el nombre del Pueblo en cuestión es  su mayor pureza y aproximación al original por una especie de tradición lingüística (si se nos permite explicarnos así.) Lamartine ha dicho que las tradiciones son la erudición de los pueblos: a esa explicación, pues, apelamos nosotros en la presente reseña etimológica.

Además, no solo nuestros campesinos contemporáneos usan de la voz Sausos para denominar aquel Pueblo; ya en época anterior lo expresaban del mismo modo, y en un canto del poeta palmés Francisco Martin Ignacio se hallan estos versos:

“Por las playas y riberas

De Fuen—caliente y de Mazo,

Por la Ciudad, por la Breña, 

Por la Banda de los Llanos; 

Por Mirca, por Punta-llana,

Por Barlovento y los Sausos.”

Está probado que esos nombres tradicionales se conservan más puros entre las gentes del campo.

Tenemos un ejemplo muy reciente en la denominación de las aguas últimamente

explotadas en la Caldera. Háseles dado el equivocado nombre de aguas de Jéros; y cualquiera

que haya leído la historia primitiva de esta Isla conocerá el error, y la superioridad de los campesinos que no dicen sino aguas de Jerjo, nombre mucho más  aproximado a su verdadero origen que es Ajerjo, voz con que los indígenas designaban aquel torrente tan célebre en la historia de la conquista.

Fijado ya el principio de que deben partir nuestras conjeturas, pasemos a exponer las reflexiones que pueden conducirnos al verdadero origen del nombre del pueblo de Los Sausos.

Después de las varias hipótesis más o menos aventuradas que habíamos formado sobre este punto, al fin liemos creído entrever la verdadera etimología. Más de una vez hemos oído a algunas personas de los vecinos campos de la parte del norte, decir Los Sarsos para nombrar el pueblo en cuestión; y como en medio de las tinieblas brilla la más pequeña estrella, así en medio de la oscuridad del origen de su nombre la voz Sarsos ha sido un rayo de luz que nos ha iluminado tal vez la verdad.

Abundan en aquel pueblo, (y es probable que antiguamente todas las habitaciones fuesen iguales), las chozas cuyas paredes son formas de largas varas entretejidas y tapiadas interiormente con una capa de barro; y sabido es que en nuestra lengua castellana, a los tejidos de varas, mimbres o cañas que forman una figura plana, se les da el nombre de zarzos.

He aquí sin duda el verdadero origen del nombre del Pueblo de que tratamos, que siendo principio Los Sarsos (1) por ser sus habitaciones chozas formadas de zarzos, tomó después el de Los Sausos, para corromperse últimamente en el de Los Sauces.

A...

Por todo lo no firmado. Antonio R. López

(1) ó zarzos, pues los Isleños de las Canarias no acostumbramos pronuncial la s.

El Time, 07/12/1863