Sociedad y bienestar  

San Andrés y Sauces, un buen lugar para vivir

Para cualquier gestor político la promoción del bienestar de todos los ciudadanos debería ser una prioridad si queremos construir una sociedad próspera, por tanto tenemos la obligación de poner a sus disposición todos los servicios públicos que contribuyan a mejorar su calidad de vida. Y tenemos que tener presente que con la actual situación de nuestra nueva pirámide poblacional cada vez se hará más necesario reforzar todas aquellas necesidades que conlleva el envejecimiento.

El bienestar de todos los miembros de nuestra sociedad es y será nuestra principal preocupación, puesto que entendemos que nuestra obligación será la de garantizar condiciones de vida dignas, igualdad de oportunidades, seguridad social, cohesión social y desarrollo sostenible. Estos elementos, entre otros, contribuirán a una sociedad más justa, equitativa y próspera para todos sus ciudadanos. Pero para ello no debemos afrontarlo en solitario, necesitamos de la participación ciudadana, fomentando en todo momento que puedan ser partícipes en nuestra toma de decisiones política, pero también en la planificación de todo un conjunto de acciones que promuevan el bienestar social. Para lograrlo pondremos los medios necesarios para realizar consultas públicas, foros de discusión y, por supuesto, espacios de participación ciudadana.

Líneas de acción previstas

Atención sanitaria que precise.

Apoyo social y emocional.

Adaptación y accesibilidad de viviendas.

Servicios de atención domiciliaria (ayuda, higiene, soledad, etc.)

Transporte y movilidad

Programas de envejecimiento activo.

Protección y prevención de abusos o de violencia.

Adecuación de espacios abiertos para el ejercicio físico.

Acceso a prestaciones y recursos disponibles.

Ayuda a combatir la soledad

Atención a mujeres embarazadas.

Atención a personas en situación de riesgo.

Atención a personas con problemas de salud mental.